El chicle
Había una vez un niño que fue a un kiosko y,
como tenía poco dinero,
se pudo comprar un simple el chicle de fresa.
En el momento en el que aquel chiquillo
se metió el chicle en la boca,
vino otro niño y se lo quitó de un puñetazo.
como tenía poco dinero,
se pudo comprar un simple el chicle de fresa.
En el momento en el que aquel chiquillo
se metió el chicle en la boca,
vino otro niño y se lo quitó de un puñetazo.
Aquel niño se fue llorando al kiosko
y se compró otro chicle, pero esta vez de sandía.
Se lo metió en la boca, vino otro niño y se lo quitó.
Él ya estaba harto, así que cogió a los dos niños
y les dijo:
y se compró otro chicle, pero esta vez de sandía.
Se lo metió en la boca, vino otro niño y se lo quitó.
Él ya estaba harto, así que cogió a los dos niños
y les dijo:
-Oye, si tanto os gustan los chicles,
¿por qué no os compráis unos cuantos?
¿por qué no os compráis unos cuantos?
-Nuestras madres no quieren - dijeron los niños.
-Venid, yo os compraré unos pocos.
El niño los llevó al kiosko
y les compró dos chicles a cada uno.
Los niños muy agradecidos se fueron.
y les compró dos chicles a cada uno.
Los niños muy agradecidos se fueron.
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