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miércoles, 20 de marzo de 2019

Lucas: "La Leyenda del Rey Errante"

Hola soy Lucas, y os voy a hacer un resumen sobre el libro de La leyenda del Rey Errante.
Personajes principales: Walid y Zhara.
 
Personajes secundarios: Hammad ibn al-Haddad, los tres hermanos: Amir, Hasan , Raschid y la madre.
 
RESUMEN:
 
Era el hijo de un rey en Arabia. El niño quería ser poeta y participar en concursos muy grandes, pero el padre le dijo que no, que hiciera como una especie de torneo de poemas y que quien ganara se llevaría un saco entero de oro.Había cinco jueces, fueron pasando, leyendo los poemas. El de Walid era muy bueno y de los mejores pero, de repente, llegó Hammad ibn al-Haddad y consiguió ganar el premio.
 
Después el príncipe Walid quiso hacer otro y lo volvió a ganar Hammad ibn al-Haddad. El príncipe, ya celoso de Hammad ibn al-Haddad, volvió a hacer otro certamen y  este Hammad ibn al-Haddad volvió a ganarlo y el hombre quiso decir que este dinero es para sus hijos:
 
- El primer saco era para un par de camellos para el hijo más grande, porque él lo deseaba para su trabajo de mayor.
 
- El segundo era para el niño siguiente más mayor, era un rebaño de ovejas para cuando fuese mayor,
 
- Y para el tercer saco era para el niño más chico, pero como todavía era muy chico, querían el saco para cuando sea mayor saber que quiere.
 
El niño estaba muy celoso y el padre de Walid, que estaba allí, les invitó a quedarse allí en el palacio todo el tiempo que quisieran para vivir.El niño, lleno de celos, le dijo que tenía que ordenar unos libros de un hombre que estuvo escribiendo todo lo que sucedía y el paso de la humanidad...y que cuando terminara hiciera también una alfombra  Walid le dijo que hasta que no terminara, no se podría ir. Hammad ibn al-Haddad estuvo trabajando día y noche, dedicándole muchas horas todos los días, Le pidió al rey que le llevaran todos los días la comida a unas determinadas horas. Hammad ibn al-Haddad le dijo a su familia que volviera a sus casas y que cuando terminara regresaría. Su mujer le dijo que no que se quedaría aquí el tiempo que hiciera falta, pero entonces Hammad ibn al-Haddad insistió. Entonces la madre con los hijos volvieron a sus casas. El hombre ordenaba y ordenaba los libros. Walid a veces iba y, de los celos, pretendía sacarle el secreto de cómo escribía poemas tan buenos.
 
Walid dijo que cuando fuera rey liberaría a Hammad ibn al-Haddad. El padre de Walid empezó a enfermar tal que entonces el padre de Walid se murió y él sería rey. Walid prometió de que cuando fuera rey liberaría a Hammad ibn al-Haddad, pero él no quería irse, quería terminar el trabajo. Walid ya lo único que quería era quitárselo ya de encima .Hammad ibn al-Haddad ya no comía solo trabajaba y trabajaba.
 
Cuando terminó, pasaron ya tres años y entonces Hammad ibn al-Haddad le pidió a Walid la alfombra, porque él trabajaba haciendo alfombras no se acordaba, su rawi se lo tuvo que recordar. Walid todavía celoso de los poemas, le mandó hacer una alfombra de la humanidad. Estuvo bastantes años haciendo la alfombra; no comía, no bebía apenas nada, no dormía cada vez se quedaba más y más ciego.Cuando iba a visitarlo, él no quería que viera la alfombra. Un día fue a verlo y se lo encontró muerto, con la alfombra terminada. Se puso a verla, se mareó, era como mágica la alfombra.
 
Un día hubo una discusión con el rawi, tal que Walid lo echó del palacio y un día, por la noche,  unos ladrones entraron en el palacio para robarles. Entraron por donde no había guardias,. porque Walid le dijo que se fueran a descansar. También las luces estaban apagadas, porque Walid lo había ordenado, para no gastar tanto aceite. Iban hacía donde estaba todo el oro, no vieron nada, entonces siguieron buscando y encontraron una alfombra y se la llevaron, pensando que era de gran valor. Fue un guardia y uno de los ladrones le dio un golpe, entonces se desmayó. Luego llegó Walid y otro de los ladrones le dio otro golpe y se desmayó él también. Walid le dio tiempo a ver la cara de uno de los ladrones diciendo ¡¡¡Mátalo!!! era su rawi... Walid se desmayó y los ladrones, cuando ya se despertó, ya se habían ido.
 
Walid decidió irse en busca de ellos. Se fue con un caballo a toda mecha, no importándole el caballo que se cansara. Después siguió andando y se encontró con un hombre que le llevó con los suyos. Aquel hombre le contó que el pensaba que Walid era uno de los supervivientes de cuando atacaron Arabia. Walid se convirtió en un bandolero. Un año después de acoplarse allí, se dio cuenta de que ese era uno de los hijos de Hammad ibn al-Haddad llamado Amir. Le contó quien era realmente y le dijo Amir que si le volvería a ver, le mataría.
 
Se fue a otro sitio del desierto, se encontró como una especie de pueblo que fue admitido uno de los amigos que conoció allí le regaló dos camellos. Más adelante había una mujer, hija del jefe que se enamoró de ella y ella de él. Más adelante, Walid se dio cuenta de que el amigo que le regaló dos camellos era otro hijo de Hammad ibn al-Haddad,  llamado Hasan, Allí se sabía la noticia de uno de los ladrones que se había suicidado ahorcándose.
 
Siguió el camino con la chica Zhara a otro pueblo, que los admitieron a los dos. Por la noche robaron a Walid y le partieron las dos piernas y unas personas de una cosa acogieron a Walid. Allí estaban los criados, luego el dueño de la casa estaba de viaje casi todo el tiempo, cuando vino le cayó bien Walid y le preguntó si quería ser su secretario y más tarde, su socio, En todo ese tiempo, Zhara estaba perdida, hasta que un día Zhara y Walid  se encontraron los dos. Después, en un viaje con el dueño de la casa, se dio cuenta que ese era otro hijo de Hammad ibn al-Haddad:  Raschid y todo ese tiempo descubrió que allí había parado otro ladrón y se quedó loco al mirar la alfombra y ciego.
 
Se fueron con el paso del tiempo investigando llegaron a encontrar al rawi de Walid, se lo llevaron y Walid entonces no sabía a quien darle la alfombra. Se encontró con una tormenta de arena y con unos djinns (son como monstruos del desierto), le dijeron los djinns que mirara la alfombra y Walid se puso a mirarla tal que entonces empezó a percibir un montón de cosas sobre la humanidad y sobre el cuando los djinns se fueron y Walid se despertó. No encontró nada: ni su camello, sin comida, sin agua, sin nada.
 
Después el hombrecillo se pone a hablarle. Después el hombrecillo trae a un jinete que era uno de los hijos de Hammad ibn al-Hadadd, que dijo que si se lo volvía a encontrar, lo mataría. Walid cierra los ojos, siente como la espada le atraviesa, vuelve a abrirlos y se encuentra dentro de una tienda, agachado. Se pone de pie, sale y ve cuatro camellos con personas yendo hacía él tres hombres y una mujer. Luego había otro camello que Walid reconoció, porque era suyo uno de los que crió.  Él pensaba que los camellos que crió ya desparecieron. Los tres hermanos y Zhara resulta que ellos cuatro se buscaban mutuamente para después buscar a Walid y despúes se dieron cuenta todos que Hammad ibn al-Haddad no hizo la alfombra por obligación si no porque a él gustaba hacerla y el quería.

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