En una noche calurosa de verano, la inventora Natalia estaba en su casa, en un sillón viendo la tele y de repente, se le ocurrió un nuevo invento. Se trataba de una máquina que podía convertirte en lo que quisieras.
Estuvo trabajando día y noche, día y noche y día y noche durante un mes. Tenía en sus manos una máquina muy pequeña. Entonces dijo:
-Quiero ser...¡Una maga!
De pronto la máquina le respondió:
-Como usted desee.
Empezó a salir humo y Natalia a dar vueltas y vueltas y...¡Efectivamente se convirtió en una maga!
-¡Es increíble, fabuloso, fantástico!-Dijo Natalia-Ahora quiero ser una gatita.
Salía humo y empezó a dar vueltas y ya era una gata.
-Miau, miau, ¡conviérteme en mí!
Humo, vueltas y ¡poom!
-¿Qué ha pasado? La máquina se ha roto, tendré que arreglarla, pero con estas zarpas no puedo arreglarla. Bueno, lo intentaré, qué remedio.
Cuando se puso zarpas a la obra, empezó a desatornillar todo, lo montó otra vez y le dio al botón.
-Quiero ser Natalia, la inventora.
Humo, vueltas y era ella. ¡Había funcionado!
Apagó la máquina y la tiró.
Natalia
Rincón Literario y taller Plasticomusical de los/las alumnas/os del Ceip Benyamina.
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