Segismundo el príncipe de Polonia. Desde su nacimiento vive secretamente preso en una fortaleza entre los montes, sin tener ningún contacto con humanos, excepto con Clotaldo, quien le sirve de ayo y custodio. A tal situación lo ha llevado su padre el rey Basilio para evitar el cumplimiento de ciertos augurios pronosticándole que un hijo suyo lo hundiría, llevando al país en el caos. Las cosas parecían haber confirmado esta predicción porque la reina murió al dar a luz a Segismundo.
El drama se inicia cuando el príncipe, cubierto de pieles y encadenado como una fiera, en su cautiverio maldice su existencia. De pronto aparece Rosaura, una bellísima joven que vestía con ropa masculina, va tras Astolfo, duque de Moscovia y sobrino del rey de Polonia, que la ha seducido y abandonado, para obligarlo a cumplir su promesa de matrimonio. Rosaura escucha compasiva a Segismundo y le habla con ternura y bondad. La llegada de Clotaldo interrumpe el diálogo.
Mientras tanto Basilio, lleno de dudas y remordimientos, quiere dar una oportunidad a su hijo Segismundo. Para probarlo, ordena que lo lleven al palacio real luego de haberle dado un narcótico. El príncipe despierta en la corte, rodeado de objetos suntuosos y de criados. Clotaldo es quien se encarga de hacerle saber su verdadero origen y su calidad de heredero del trono de Polonia. Segismundo se encoleriza, se muestra cruel y soberbio, arroja por el balcón a un criado que le replica y trata de aprovecharse de la gentil Rosaura, ya vestida de mujer. Basilio se horroriza y confirma lo peligroso que sería como rey un hombre tan despótico y despiadado. Así pues, lo narcotizan otra vez y lo encierran en su antigua prisión. Cuando Segismundo despierta y se ve de nuevo encadenado, piensa que todo ha sido un sueño.
El pueblo, al conocer la existencia de un legítimo heredero, se subleva en favor de Segismundo, pues no quiere aceptar a Astolfo, que está en la corté y aspira al trono de Basilio. Los soldados liberan entonces a Segismundo, quien acepta ponerse a la cabeza de los rebeldes y, en la batalla, vence a las fuerzas reales. Basilio se prosterna a los pies de su hijo, cumpliéndose así el vaticinio de los astros. Pero el príncipe se muestra humilde, levanta a su padre y es él quien se arroja a sus plantas, pues ha cambiado gracias a la experiencia pasada.
Basilio entonces lo abraza y reconoce como hijo y heredero.
A continuación, Segismundo sigue dando muestras de justicia y sensatez, hace que Astolfo cumpla su promesa y despose a Rosaura, quien ha resultado ser hija de Clotaldo, y él su vez se enamora de su prima Estrella, pide casarse con ella y ella lo acepta.Todos admiran su prudencia y discreción. Segismundo revela entonces que Clotaldo y un sueño han sido sus maestros.
Mientras tanto Basilio, lleno de dudas y remordimientos, quiere dar una oportunidad a su hijo Segismundo. Para probarlo, ordena que lo lleven al palacio real luego de haberle dado un narcótico. El príncipe despierta en la corte, rodeado de objetos suntuosos y de criados. Clotaldo es quien se encarga de hacerle saber su verdadero origen y su calidad de heredero del trono de Polonia. Segismundo se encoleriza, se muestra cruel y soberbio, arroja por el balcón a un criado que le replica y trata de aprovecharse de la gentil Rosaura, ya vestida de mujer. Basilio se horroriza y confirma lo peligroso que sería como rey un hombre tan despótico y despiadado. Así pues, lo narcotizan otra vez y lo encierran en su antigua prisión. Cuando Segismundo despierta y se ve de nuevo encadenado, piensa que todo ha sido un sueño.
El pueblo, al conocer la existencia de un legítimo heredero, se subleva en favor de Segismundo, pues no quiere aceptar a Astolfo, que está en la corté y aspira al trono de Basilio. Los soldados liberan entonces a Segismundo, quien acepta ponerse a la cabeza de los rebeldes y, en la batalla, vence a las fuerzas reales. Basilio se prosterna a los pies de su hijo, cumpliéndose así el vaticinio de los astros. Pero el príncipe se muestra humilde, levanta a su padre y es él quien se arroja a sus plantas, pues ha cambiado gracias a la experiencia pasada.
Basilio entonces lo abraza y reconoce como hijo y heredero.
A continuación, Segismundo sigue dando muestras de justicia y sensatez, hace que Astolfo cumpla su promesa y despose a Rosaura, quien ha resultado ser hija de Clotaldo, y él su vez se enamora de su prima Estrella, pide casarse con ella y ella lo acepta.Todos admiran su prudencia y discreción. Segismundo revela entonces que Clotaldo y un sueño han sido sus maestros.
Opinión: La historia es entretenida pero no me gusta mucho que sea teatral.
Personaje principal: Segismundo.
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